Doña Giacoma Frangipane de´Settesoli, noble romana conocida como Jacopa de’Settesoli, se encontró con Francisco de Asís en 1209 durante su primer viaje a Roma. Su prestigio fue fundamental para conseguirle alojamiento y sobre todo para obtenerle audiencia con el Papa Inocencio III.
Entre ellos se forjó una amistad tal que Francisco comenzó a llamarla “hermana Jacopa”, llegando a convertirse en la más resuelta y fiel colaboradora de la recién nacida Orden Franciscana.
En una ocasión, encontrándose en Roma enfermo, Jacopa le hospedó en su casa donde pudo apreciar especialmente los “mostaccioli”, unas galletas típicas a base de mosto cocido, miel y frutos secos que definió “boni et profumosi”.
En su lecho de muerte, Francesco dictó una carta en la que pedía poder volver a verla antes de morir y, entre otras cosas, también pidió que le trajeran aquellos dulces que le preparaba cuando estaba en Roma:
“A doña Jacopa, sierva del Altísimo, el hermano Francisco, pobre hombre de Cristo, le desea salud en el Señor y comunión en el Espíritu Santo.
Sepas, queridísima, que el Señor me ha concedido la gracia de revelarme que el fin de mi vida está cerca. Por lo tanto, si quieres encontrarme con vida, en cuanto recibas esta carta, ven rápidamente a Santa María de los Ángeles. Porque si llegas después del sábado, no podrás verme con vida. Y trae contigo un paño color ceniza para envolver mi cuerpo y las velas para el entierro... También te pido que me traigas esos dulces que solías darme cuando estaba enfermo en Roma.”
Asombrosamente Jacopa se puso en marcha antes de recibir la carta y sin embargo trajo consigo exactamente lo que le pedía Francisco: una tela en la que envolver su cuerpo, velas para el entierro y los mostaccioli que deseaba volver a gustar antes de morir.
En cuanto se divulgó el hecho, los mostaccioli comenzaron a llamarse “Mostaccioli de San Francisco”.
Angela Barusi
Agradecemos la colaboración de la Sra Adriana Fabiani, Padre Carlo di Andrea y la Parrocchia di San Francesco a Ripa en Roma por compartir generosamente la custodia histórica de estos dulces.
Queremos agradecer de manera muy especial la colaboración del maestro pastelero José Romero Barranco que se ha volcado con el proyecto y es el autor de esta receta, el homenaje catalán a los Mostaccioli de San Francisco, presentada en ocasión del evento del 14 de octubre de 2025.
Así mismo, agradecemos la generosa colaboración del Gremi de Pastisseria de Barcelona y a la empresa ArteCarta que ha donado a estos Mostaccioli una bellísima confección.